Firman Borge
y presidentes municipales Acuerdo para la gobernabilidad democrática
Los firmantes
(el gobernador y los presidentes municipales de Benito Juárez, Isla Mujeres,
Solidaridad, Cozumel, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Othón P. Blanco y Bacalar) se comprometieron a la
planeación y ejecución de políticas públicas que tengan impacto y resultados
positivos en la solución de problemas sociales. Reconocen
la
diversidad y pluralidad de ideas e intereses en la sociedad, que requiere la
articulación interinstitucional e intergubernamental y la participación de los
diversos sectores de la sociedad, sin menoscabo de la autonomía y facultades
respectivas
CANCÚN.- El gobernador Roberto Borge Angulo se reunió este
jueves, en la Casa de Gobierno, con ocho presidentes municipales, con quienes suscribió
el Acuerdo para la Gobernabilidad Democrática y
Corresponsabilidad Gubernamental en Quintana Roo, en el cual se comprometieron,
entre otras cosas, a la planeación y ejecución de políticas públicas que tengan
impacto y resultados positivos en la solución de problemas sociales.
El acuerdo fue suscrito por el jefe del Ejecutivo y los
presidentes municipales de: Benito Juárez, Julián Ricalde Magaña; Isla Mujeres,
Hugo Sánchez Montalvo; Solidaridad, Filiberto Martínez Méndez; Cozumel, Aurelio
Joaquín González; Tulum, Edith Mendoza Pino; Felipe Carrillo Puerto, Sebastián
Uc Yam; y Othón P. Blanco, Carlos Mario Villanueva Tenorio, así como el
presidente del Concejo Municipal de Bacalar, Francisco Flota Medrano. Sólo
faltaron los de Lázaro Cárdenas, Trinidad García Argüelles, y José María
Morelos, Domingo Flota Castillo. Asimismo, se contó con la presencia del
secretario de Gobierno, Luis González Flores.
El acuerdo parte del reconocimiento
de la diversidad y pluralidad de ideas e intereses en la sociedad, que requiere
necesariamente la articulación interinstitucional e intergubernamental y la
participación de los diversos sectores de la sociedad, sin menoscabo de la
autonomía y facultades respectivas para fortalecer la gobernabilidad y, sobre
todo, favorecer la resolución efectiva de asuntos de interés público en
beneficio de los quintanarroenses.
Se expone que, con la exclusiva finalidad de
satisfacer las necesidades sociales, los recursos públicos deben
administrarse con eficiencia, eficacia, economía y transparencia, con
racionalidad y objetividad del gasto para incentivar haciendas públicas sanas
destinadas invariablemente para fines comunitarios, de tal suerte que
posibiliten visualizar en forma permanente horizontes de bienestar y
prosperidad.
Además, se comprometen a impulsar la evolución
de las instituciones públicas y de sus procesos. “La eficiencia y la eficacia
de la función pública deberán manifestarse en la gestión accesible y sencilla
para el gobernado” y deberán expresarse en la entera satisfacción de las
necesidades y aspiraciones, legítimas y legales de la población.
El documento establece que el ejercicio de las
competencias que se ejercen en la vida pública tendrá como guía y límite la
observancia plena y absoluta de la ley, de modo que todo acto público quedará,
invariablemente, sujeto al imperio de la normatividad que el pueblo, a través
de sus legítimos representantes, genere.
“La cultura de legalidad será fomentada tanto
en las esferas públicas como privadas y se constituirá en el instrumento idóneo
que moldee la existencia pública, comunitaria y también la personal”, se
indica.
Se precisa que el ejercicio de las encomiendas
públicas debe estar sujeto al escrutinio social y, para que esto sea posible,
es indispensable que se provea de los elementos necesarios para que se realice
de forma responsable y seria; por tanto, se garantizará el acceso a la
información, la visibilidad del servicio público y de sus resultados, como
requisito para la evaluación objetiva del desempeño de quienes detenten un
cargo público.
Por otro lado, se indica que la gobernabilidad
democrática requiere canales de comunicación abiertos, diversos y constantes
que favorezcan el flujo de información, el intercambio e interacción entre
autoridades y los diversos sectores de la sociedad, a fin de conocer,
recoger y dar respuestas a sus inquietudes y demandas. “Mantener y estrechar la
cercanía con los diversos actores sociales favorecerá la toma de
decisiones consensadas y orientadas a generar el bienestar de los
quintanarroenses”, se subraya.
Se destaca, además, que el respeto irrestricto
a los derechos humanos es fundamental para la vida en democracia. En ese
sentido, la protección y promoción de los derechos humanos se asumirá como
principio rector de la gestión pública, por lo que se fortalecerá y garantizará
una protección amplia a los derechos humanos de todas las personas, tanto
en el orden personal como en el colectivo.
También se menciona el fomento de la equidad
de género como condición necesaria para la gobernabilidad democrática, ya que
genera entornos de igualdad, dignidad y equilibrio en el acceso a las
oportunidades de las mujeres quintanarroenses. Su fomento será una política
pública y requerirá de acciones conjuntas e integradas desde una
perspectiva transversal, ya que ésta se encuentra estrechamente
vinculada con el acceso a derechos políticos, sociales, económicos y culturales
como la educación, la salud, el trabajo, una vida libre de violencia, la
justicia, la seguridad, entre otros.
—Las aceleradas
transformaciones sociales, económicas y políticas inciden
en el modo y proceso de gobernar, así como en las formas de
asociación colectiva —se explica—. En el Quintana Roo de
hoy se reconoce que, tanto los actores públicos como los privados, son
interdependientes y se requieren mutuamente para intercambiar opiniones que
generen los consensos necesarios para la realización efectiva de los asuntos de
interés público.
De hecho, se considera indispensable la
participación social para la toma de decisiones legítimas desde una perspectiva
de doble vía, en la que la sociedad es tomada en cuenta por sus representantes
y, a su vez, éstos respalden las acciones gubernamentales destinadas al
beneficio social.
El acuerdo parte de reconocer que gobernar es
una cuestión compleja, que demanda mayor agudeza para percibir el contexto
histórico, claridad en las convicciones, en los valores y en la capacidad para
responder a los retos que se nos presentan como sociedad.
—El ejercicio de gobernar
requiere suma de esfuerzos y la realización de compromisos entre los diferentes
órdenes de gobierno y de las instituciones públicas, para que a través de éstas
se articulen las demandas e intereses de la sociedad. Esta suma de voluntades
no está acotada a tiempos ni circunstancias, ya que la responsabilidad es
permanente mientras se esté en la función pública.
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