La generación Net

Son visibles efectos negativos de las nuevas tecnologías en la conducta de la población

Accidentes de tránsito y, contradictoriamente, problemas de comunicación con el entorno familiar y social, son el resultado del abuso de los móviles y del “messenger”. Delincuentes también las usan para extorsionar

“La forma de hacer estas operaciones delictuosas es muy sencilla y varias familias han caído en extorsiones, los delincuentes eligen a su víctima, principalmente menores de edad a quienes les engañan con la versión de que al final de la función de cine se realizará una rifa, les toman su teléfono y una fotografía y les piden que durante la función apaguen su aparato celular, con esos datos llaman a sus familiares y se les pide dinero a cambio de la libertad de sus hijos, quienes al tener apagado su móvil, sus parientes no pueden constatar el hecho”


Por Jorge Carrillo Beltrán

CHETUMAL.- El uso del teléfono celular mientras se conduce un auto reduce en un 35 por ciento la capacidad de reacción, es decir, el equivalente a beberse cuatro cervezas.
El uso y abuso del teléfono móvil, además de la moda de manejar y enviar textos al mismo tiempo está originando consecuencias graves y peligrosas para muchos conductores y peatones.
Poco se ha estudiado en Quintana Roo respecto a la utilización de las nuevas tecnologías y los efectos que traen consigo en la conducta de las personas dentro de su entorno social y familiar.
De manera contradictoria, tanto celulares como el “messenger”, herramientas inventadas para la comunicación instantánea, nos están dejando incomunicados con quienes nos rodean y hay quienes se atreven a afirmar que se están convirtiendo en el control remoto de muchos individuos.
Sólo basta preguntarse a sí mismo ¿cómo se siente al dejar olvidado su celular en su casa al salir a trabajar?
El director de los Servicios Estatales de Salud, Ariel López Contreras, reconoció que aunque no se han hecho estudios serios en la materia, la observación personal le ha permitido visualizar la problemática que representan estas herramientas de la comunicación en varios ámbitos que sería pertinente estudiar para posteriormente poner en práctica políticas públicas que mitiguen sus efectos negativos.
La primera, dijo, es el uso del celular cuando se conduce automóviles, en las aulas escolares, en el hogar y entre los funcionarios públicos. Otro aspecto importante que es necesario destacar, dijo, es que muchos de estos aparatos ya cuentan con posicionador georeferencial, lo que ha permitido a los delincuentes que saben utilizarlos cometer extorsiones bajo el engaño a familiares de mantener secuestrado a algún familiar, como ha sucedido en Chetumal.
“La forma de hacer estas operaciones delictuosas es muy sencilla y varias familias han caído en extorsiones, los delincuentes eligen a su víctima, principalmente menores de edad a quienes les engañan con la versión de que al final de la función de cine se realizará una rifa, les toman su teléfono y una fotografía y les piden que durante la función apaguen su aparato celular, con esos datos llaman a sus familiares y se les pide dinero a cambio de la libertad de sus hijos, quienes al tener apagado su móvil, sus parientes no pueden constatar el hecho”, afirmó.
La Cátedra de Investigación Daimler en Cultura y Educación Vial estima que los daños materiales, las pérdidas humanas, los costos médicos y administrativos asociados a los accidentes vehiculares podrían representar alrededor de 1.4% del PIB nacional, además de que representan la cuarta causa de muerte en México que en un 90 por ciento se deben a errores humanos, como contestar el celular o enviar mensajes y por lo mismo, podrían evitarse.
El funcionario de la Secretaría de Salud expresó que el excesivo uso del celular, que ahora no sólo sirve para hablar, sino para enviar mensajes de texto, imágenes multimedia, correo electrónico, tomar fotografías y video y estar conectado a las redes sociales como el “Facebook” o “Twitter”, tiene un importante efecto en la conducta de los individuos, pues afectan en la comunicación de quienes les rodean dentro de su entorno familiar y laboral.
Para los estudiosos aún no queda claro si el uso de estas tecnologías representa un nuevo prototipo generacional o una dependencia, lo que sí queda claro es que forman parte importante de una nueva forma de vida que para unos es positiva y para otros no tanto.
López Contreras recordó que hasta hace unos tres años no era tan importante salir de la oficina y desconectarte del trabajo, sin embargo, ahora los jefes quieren todo de inmediato, al instante, cuando realmente todo tiene su tiempo y su momento, no debiera pasar nada cuando las tareas se programan.
“Antes se acostumbraba sentarse a comer la familia completa a determinada hora y sin ningún tipo de interrupción, ahora simplemente no se puede y en parte es por los teléfonos celulares o por el uso de la Internet” indicó.
Si se habla de los jóvenes, es difícil conocer a alguno que no cuente con celular, pues de acuerdo con estudios internacionales, esto los posiciona a un grupo y los hace populares, y ser popular es importante para este sector de la población, y el hecho de que cuenten con estas tecnologías es porque sus padres se las proporcionan, es decir, son una imposición, en parte para tener un control sobre ellos, saber dónde y cómo se encuentran.
La actual podría llamarse la Generación Net, la de las comunicaciones rápidas e inmediatas, de las prisas y la automatización, sin embargo, el uso de estas herramientas no debe generar dependencia, los teléfonos móviles no pueden convertirse en nuestros controles remotos, al final de cuentas el día sigue teniendo 24 horas, con o sin celulares el mundo sigue

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