Suicidios imparables

Este fin de semana se sumaron dos más a la estadística. Depresión, consumo de alcohol, falta de oportunidades de empleo, migración, crisis económica, no alcanzar expectativas marcadas y carencia de nexos sociales, algunos de los detonadores


Por Jorge Carrillo Beltrán

CHETUMAL.- Pese a que desde el 2007 diversas organizaciones y dependencias realizaron un estudio sobre la situación del suicidio en Quintana Roo, debido a las altas tasas de este fenómeno, las cifras no se han logrado reducir, pues los detonantes no han sido tratados de manera integral. En Quintana Roo la cifra es alarmante: se presentan 10 casos por cada 100 mil habitantes.
Son los fines de semana cuando se incrementa el consumo de alcohol y otras sustancias en los que aparece en la escena este fenómeno en Quintana Roo, que es considerado una zona roja a nivel nacional, por encima de Tabasco, Yucatán, Campeche, Baja California Sur y Chihuahua.
A nivel nacional la estadística es de apenas 4 casos por cada 100 mil habitantes.
Este fin de semana se sumaron dos suicidios más a la estadística en el sur de la entidad,
La Procuraduría de Justicia del estado, a través de su personal del Servicio Médico Forense, informó que practicada la necropsia de ley a Nicolás Arsenio Ávila García, de 51 años de edad, se determinó que la causa de su fallecimiento obedeció a asfixia por ahorcamiento. Los hechos acontecieron en Juan Sarabia; el fallecido era director de la escuela primaria Paulino G. Navarro. Se sabe que en los últimos días se había dedicado al consumo de alcohol.
El otro caso se presentó en Calderitas, en un rancho denominado El Esfuerzo, donde una persona conocida solamente como “Don Tomás”, de 65 años, se colgó de una soga suspendida de una viga de la casa donde vivía.
Y es que el establecimiento, en la línea telefónica 066, de supuestamente un psicólogo especialista y la atención en las UNEMES no han sido suficientes para detener el número de casos de suicidio concretados.
El problema no ha sido atendido de manera integral, pues no se ha hecho nada por controlar el consumo de alcohol.
Algunos investigadores han realizado estudios para determinar las causas del problema y en términos generales concluyen que además de la relación con el consumo de drogas y alcohol, los suicidios obedecen a la ausencia de objetivos de vida.
La pérdida de un ser querido, terminar con una relación amorosa o la acumulación de fracasos son factores que los especialistas denominan “detonadores” de ideas suicidas.
Investigaciones recientes registran nuevos “detonadores” del suicidio en los últimos años, como la migración, el desempleo, la crisis económica, el no alcanzar las expectativas marcadas y la carencia de redes sociales.
En el estudio de Quintana Roo también se encontró que “el trabajo precario” y no tener prestaciones ni estabilidad económica, son factores que abonan a la desesperanza en un individuo, sobre todo si éste ya pasa por un periodo de depresión.

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