Complot internacional
 toca a Quintana Roo

Las acusadas de intentar meter a México a un hijo de Muhammar Gadafi fueron trasladadas al Cereso de esta capital, donde enfrentarán el proceso. Este jueves arribaron sus abogados



CHETUMAL.- Personal de la Procuraduría General de la República trasladó a Chetumal a la canadiense Cynthia Ann Vanier y la mexicana Gabriela Dávila Huerta, acusadas de pertenecer a una red que pretendía introducir de manera ilegal a México a Saadi Gadafi; ambas mujeres ingresaron al sector femenil del Centro de Readaptación Social (Cereso) la noche del martes 31 de enero.
Dos mujeres y dos hombres, uno mexicano y otro danés, fueron ingresados a prisión sustentados en órdenes de aprehensión por tráfico de indocumentados en grado de tentativa, falsificación de documentos y delincuencia organizada, y se les supone miembros de una red criminal internacional que pretendió introducir de manera ilegal en México a Saadi Gadafi, uno de los hijos del depuesto y asesinado líder de Libia, Muamar Gadafi.
Según los avances de la "Operación Huésped", que aún sigue abierta, la Subprocuraduría de Investigaciones Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR dio a conocer que la canadiense Cynthia Ann Vanier y la mexicana Gabriela Dávila Huerta, enfrentarán el proceso penal que se les sigue, recluidas en el área femenil del Centro de Readaptación Social de Chetumal.
Las dos mujeres y los dos hombres acusados fueron detenidos en noviembre pasado, cuando, presuntamente, los servicios de inteligencia mexicanos descubrieron un complot internacional para que Saadi Gadafi, de 38 años, y su familia, se instalaran en el estado de Nayarit con identidades falsas.
La defensa de los inculpados informó que la noche del martes 31 de enero se levantó el arraigo de casi 80 días a la canadiense Cynthia Ann Vanier, el danés Pierre Christian Flensborg, y los mexicanos Gabriela Dávila Huerta y José Luis Kennedy Prieto, pero un juez federal emitió el 28 de enero la orden de aprehensión contra las dos mujeres y los dos hombres, por lo que mientras se realiza el procedimiento para determinar si se les finca el auto de sometimiento a proceso penal o el auto de libertad estarán recluidos al menos otros 10 días más.
Mientras Cindy Vanier y Gabriela Dávila Huerta fueron trasladadas al Cereso de Chetumal, los varones fueron recluidos en la prisión federal de Villa Aldama, Veracruz y se supo que falta por capturar a un quinto integrante de la red, cuyo nombre no han revelado las autoridades federales.
De una manera extraña, apenas ayer la PGR descartó fincar cargos a Saadi Gadafi por tratar de ingresar ilegalmente al país, pues consideró que fue "víctima" de una red internacional de tráfico de indocumentados, todo ello pese a que ese personaje tiene en su contra una ficha roja de la Interpol.
Cindy Ann Vanier, ciudadana canadiense, es señalada de ser la cabecilla de la operación. También conocida como Cindy Vanier, es abogada y fue arraigada el pasado 10 de noviembre del año 2011, mismo día que fue detenida la mexicana Gabriela Dávila Huerta, acusada de pertenecer a la red criminal internacional que pretendía introducir en México a Saadi Gadafi, y acusada de conspirar para obtener documentos falsos de viaje.
El danés Pierre Christian Flensborg es acusado de planear la logística, y el mexicano José Luis Kennedy Prieto, es señalado de maniobrar para la obtención de documentación falsa.
La SIEDO ha reconocido que la investigación sobre este caso de repercusiones internacionales, inició a principios de noviembre debido a una denuncia del grupo ciberanarquista Anonymous, gracias a cuya información la PGR se enteró del asunto.
La información que confirmó a la PGR el plan para traer a Gadafi fue la vigilancia autorizada por un juez de las cuentas electrónicas de los implicados, así como los e-mails y textos telefónicos intercambiados entre los cuatro consignados, que dejan en evidencia que Cindy Ann Vanier, de la empresa Vanier Consulting, viajó durante 10 días de julio a Trípoli, Libia, presuntamente por asuntos de trabajo.
De acuerdo a información proporcionada por las autoridades de Prevención y Readaptación Social Federal y Estatal, Cynthia Ann Venier, era la encargada de las finanzas de la familia Gadhafi, mientras que Gabriela Dávila Huerta, residente en los Estados Unidos, era la encargada de la logística para conseguir documentos falsos y casas.
Desde julio de 2011 fueron contratados unos pilotos mexicanos que, sin embargo, se negaron a hacer el viaje que traería de Libia al primogénito del ex dictador, dado que tendrían que aterrizar de manera clandestina en México.
El hijo del extinto líder libio ingresaría a México con algunos miembros de su familia, utilizando documentos falsos bajo los nombres de Daniel Béjar Hanán, Amira Sayed Naber, Mohad Béjar Sayed y Sofía Béjar Sayed, sin embargo, el plan ya no pudo prosperar gracias a la cooperación entre autoridades federales.
Información de la Interpol en torno a este asunto indica que muy probablemente los cómplices de Saadi Gadhafi intentarían meterlo clandestinamente a México vía Belice, para posteriormente viajar a Cancún, de donde Gadhafi sería trasladado a la capital del país a un departamento que fue comprado para que en él estuviera escondido en lo que se aclimataba.
El cuerpo de abogados de la canadiense Cynthia Ann Vanier pide a las autoridades penitenciarias del Centro de Readaptación Social de Chetumal brindarle a su cliente la atención médica requerida antes de presentar mayores complicaciones y de que su vida pueda estar en riesgo.
“Su salud es delicada. Tiene problemas renales y presión arterial alta. Además, ha bajado aproximadamente 20 kilogramos”, dijeron los abogados.
Los integrantes de la defensa de la extranjera son parte de un buffet jurídico con sede en el Distrito Federal, integrado por 4 juristas, uno de ellos de origen canadiense, y arribaron a esta ciudad en el vuelo comercial de la aerolínea Interjet programado a las 10:30 horas de ayer jueves. Paralelamente, hicieron lo propio los defensores de la mexicana.
Luego de su llegada, se trasladaron al Juzgado Primero de Distrito, ubicado sobre la avenida José María Morelos cruzamiento con la calle Laguna Encantada, para revisar el expediente del caso y presentar los alegatos a favor de sus clientas.
A pesar de no proporcionar sus datos generales, uno de los abogados de la canadiense, solicita atención médica para la señora Vanier, de 52 años de edad, debido a sus problemas de salud, luego de haber sido sometida a abuso físico, mental y emocional al quedar bajo custodia.
Su caso de presunto abuso durante su encarcelamiento en México fue expuesto el pasado miércoles a través de una carta filtrada a la CBC.

No hay comentarios:

Publicar un comentario