Crece descontento contra CFE
Por Jorge Carrillo Beltrán
CHETUMAL.- Gran molestia entre usuarios causaron este lunes funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad que decidieron ya no atender personalmente el cobro de recibos de consumo y hacerlo exclusivamente a través de los cajeros automáticos instalados en oficinas de esa paraestatal, lo que generó grandes filas y pérdida de tiempo.
La queja fue generalizada, pues de los cinco módulos instalados para el cobro y la atención de quejas, sólo dos funcionaron para esto último, pese a existir una línea telefónica instaurada para ello.
El desorden prevaleció luego de que algunos usuarios intentaban colarse en la fila o bien encargaban a conocidos el pago de sus facturas, lo que generaba el encono entre los que llevaban horas formados en la larga fila.
La llamada “Empresa de clase mundial”, que es también una de las que más quejas recibe ante la Procuraduría Federal del Consumidor, cobra facturas exorbitantes por un servicio muchas veces deficiente e ignora situaciones particulares ya sea de comerciantes, empresarios o humildes usuarios; es la única que al no recibir el pago bimestral corta el servicio sin miramiento alguno.
Cabe destacar que por años los quintanarroenses han luchado por bajar las tarifas para esta zona cumpliendo con la realización de estudios exigidos y con la participación de algunos diputados federales, pero los resultados han sido nulos.
Actualmente la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos y el Partido Revolucionario Institucional reúne firmes para exigir la disminución de hasta el 50 por ciento dichas tarifas, sin embargo, desgraciadamente este intento podría ser nada más una lucha electorera para ganarse la confianza de los ciudadanos en la víspera del inicio formal del proceso federal electoral.
El programa al que llamaron “Un Millón de Protestas, una Gran Solución”, tiene el propósito a nivel nacional de repudiar el hecho de que en los últimos dos trimestres la energía eléctrica se ha incrementado en un 18%, mientras que el salario mínimo sólo ha subido 4%, lo que afecta la canasta básica y la economía de la población, lo que se agravará a partir de este bimestre al concluir el pasado 30 de septiembre el subsidio de verano aplicado por la CFE.
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