Pueblo olvidado
Es la denominación que mejor
le queda a Subteniente López
Por Jorge Carrillo Beltrán
CHETUMAL.- El principal punto de intercambio fronterizo entre México y Belice, la puerta de entrada de Centroamérica hacia México, son denominaciones que se le han dado a Subteniente López en diferentes ocasiones, sin embargo, la que más le acomoda es la de Pueblo Olvidado, por el abandono de las autoridades de los tres niveles de gobierno, pese a la importancia que representa.
Subteniente López también conocido como Santa Elena, es un poblado más de Othón P. Blanco que se considera como el principal punto fronterizo entre México y Belice, pues se localiza en la ribera del río Hondo, a unos diez kilómetros de la capital Chetumal.
El único parque de esta comunidad se encuentra totalmente descuidado, el crecimiento de la maleza hace que proliferen los moscos transmisores del dengue y paludismo; las calles por las que diariamente transitan camiones de pasajeros y mercancías no tienen un tramo en buen estado, los baches abundan en calles principales y secundarias; el parador turístico en el que invirtió más de un millón de pesos la Secretaría de Turismo se encuentra cerrado, sólo una persona que presta su servicio social atiende uno de los módulos de información turística por algunas horas del día.
Si no fuera por la existencia de la zona libre de Belice, la decena de negocios ubicados en su calle principal no tendrían razón de existir.
Y es que el panorama no pinta bien para los pobladores de este lugar, pues según se ha anunciado en varias ocasiones, el nuevo puente internacional iniciará sus operaciones este mismo año, lo que significará que el movimiento se trasladará hacia un costado del pueblo, es decir, no se tendrá el contacto que ahora se tiene con los visitantes al llamado paraíso fiscal.
Lo que en antaño fue un próspero pueblo donde la empresa Maderas Industrializadas de Quintana Roo (MIQROO) daba trabajo a decenas de empleados, ahora es un pueblo muy cercano a la capital del estado modelo a nivel nacional turísticamente hablando, pero muy lejos del desarrollo, con marcadas deficiencias urbanísticas y sin oportunidades de empleo, del que los jóvenes tienen que emigrar para seguir estudiando después de concluir su educación básica en la única escuela telesecundaria que ahí subsiste.
El pueblo fronterizo y por lo tanto olvidado de las autoridades, antes Santa Elena (hasta la década de los 30’s) y ahora Subteniente López, ante este descuido, es utilizado por quienes sí están organizados y se dedican al trasiego de drogas, armas, mercancías e indocumentados, y presenta un futuro incierto, como hoy lo son sus planes de desarrollo.
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