Parquímetros= derecho de piso

Cobrar por estacionarse en la vía pública, que es de todos los contribuyentes, sería como un impuesto más disfrazado o como el cobro del “derecho de piso” que acostumbran exigir hampones

Por Jorge Carrillo Beltrán

CHETUMAL.- Aunque no se ha avanzado mucho, el presidente municipal de Othón P. Blanco, Carlos Mario Villanueva Tenorio, no ha encontrado oposición en su Cabildo para las principales iniciativas que  ha puesto en marcha, tales como las multas que se impondría a ciudadanos que tiren basura en vía pública y el Plan Municipal de Desarrollo.
Sin embargo, una de sus intenciones es la colocación de parquímetros en las principales avenidas de la zona centro de esta capital, medida que ha encontrado más oposición que aceptación, tal y como lo manifestaron ciudadanos en este medio.
Cabe hacer mención que en la última sesión del Consejo Ciudadano en la que se presentó el Plan Municipal de Desarrollo, no asistió ni el 50 por ciento de sus integrantes, lo que pone en riesgo de que se impongan decisiones de manera arbitraria.
Los argumentos hasta ahora expuestos por el presidente municipal no son, en lo mínimo, lo suficientes para solucionar la problemática de congestionamiento vehicular o la regulación del tránsito.
La instalación de parquímetros se puede catalogar como abusiva por parte de la autoridad, ya que de acuerdo con la ley las calles, banquetas, parques y espacios públicos de las ciudades no son propiedad de ninguna autoridad ni de gobierno alguno, sino de todo el pueblo contribuyente que aportó el dinero de sus impuestos para que fueran construidas, son bienes públicos  y al pueblo le corresponde organizar, mantener y vigilar su buen uso.
Por otro lado, y visto desde una perspectiva del costo-beneficio, cuando a un ciudadano se le requiere o se le exige el pago de algo, es porque se le está proporcionando a cambio un bien material o un servicio determinado, ya que de otra manera el cobro se convierte en un despojo, equivalente al que cobran los miembros de la delincuencia organizada cuando roban o exigen dinero o bienes a su víctima, a cambio de no hacerles algún daño o “brindarles protección”.
En el caso de los parquímetros que se instalan para permitir el estacionamiento de algún vehículo en lugares públicos, que han sido construidos con los impuestos que el mismo habitante paga, sin ofrecer nada a cambio, constituye un abuso de autoridad y una alcabala o impuesto, al imponer un cobro por el uso de un bien, en este caso la orilla de la calle, que es propiedad de todos y que fue diseñada y financiada con los impuestos de los contribuyentes para uso de todos los habitantes, lo que equivale a que el gobierno se comporte como los hampones que ilegalmente cobran por “proteger a sus víctimas” de un daño que ellos mismos se encargarían de hacerles si no “colaboran”.
Otra cosa sería y quizá pudiera ser aceptado, aun constituyendo un acto ilegal, si el municipio ofreciera algún servicio a cambio, como pudiera ser un seguro contra daños o robo del vehículo, además de vigilancia y seguridad para el usuario, porque se ha establecido es un impuesto más disfrazado y que no se atreven a llamarle por su nombre, o peor aún, una alcabala abusiva y propia de hampones en este caso cometida por parte del Ayuntamiento.

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