Carlos Mario descuida el
Corredor Escultórico

Las esculturas se encuentran sin iluminación
 y sin mantenimiento adecuado

Por Jorge Carrillo Beltrán




CHETUMAL.- El Corredor Escultórico Chactemal, integrado por 24 obras de arte abstracto de diferentes artistas, fue fruto del Segundo Encuentro Internacional de Escultura celebrado en 2003 en esta ciudad. Las esculturas hoy permanecen en el olvido de las autoridades y poco a poco se convierten, por el material con el que están construidas, en verdaderas chatarras.
Según el director de Educación y Cultura del Ayuntamiento Othón P. Blanco, Anthony Anselm Buller, el Ayuntamiento tiene a su cargo el resguardo y mantenimiento de dichas obras, a las que se les aplica pintura y material anticorrosivo para conservarlas.
No obstante, las obras muestran los estragos del clima húmedo tropical de esta ciudad.
Dijo que también la tarea es cuidarlas con el fin de que el vandalismo no las dañe con el tradicional grafiti.
El funcionario municipal opinó que esas obras escultóricas no aportan nada a la identidad de los quintanarroenses y en particular de los chetumaleños, porque “no tienen nada que ver con nuestro entorno; yo no considero que le den a Chetumal identidad, porque para lograr aportar en algo a la identidad necesitaría ser algo que pueda hacer reflexionar a la comunidad del significado de la historia de esta ciudad, algunos no entienden y no interpretan lo que los escultores quisieron manifestar con esas obras”, afirmó.
Lo que está realizando la actual administración para reforzar nuestra identidad, precisó,  es rescatar algunos vestigios de lo que fue la antigua Payo Obispo, como el reloj que se encontraba a un costado de Palacio de Gobierno y que fue sustraído por el estado de Campeche, artículos y tradiciones propias de esta ciudad.
Como se recordará el Corredor Escultórico Chactemal  es fruto del Segundo Encuentro Internacional de Escultura Chetumal 2003, realizado en esta capital del 10 de noviembre al 13 de diciembre de 2003, cuando veinticuatro artistas de diez países de cuatro continentes, donaron una escultura cada uno para integrar este corredor escultórico que en su momento el Gobierno del Estado afirmó que situaba a Chetumal en un lugar muy notorio dentro del ámbito universal.
También se dijo que la mayoría de las obras del Corredor Escultórico tenían que ver con el entorno local, que eran alegorías de las bellezas naturales de Quintana Roo o de tradiciones de la cultura maya y la caribeña.
Lo cierto es que las piezas, de artistas de la talla de José Luis Cuevas, Sebastian, Pedro Cervantes, Omar Rayo, Laurence Field, Bety Gold, Silvana Arciniega, Giovanni Avashadur y otros más, han permanecido en el olvido total de parte de las autoridades municipales subsiguientes, incluida la administración que ahora preside Carlos Mario Villanueva Tenorio.
La mayoría de las piezas escultóricas no reciben mantenimiento adecuado y no tienen iluminación, lo cual era compromiso de las autoridades.

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